CAMBIANDO EL PROPÓSITO DE LOS ESPACIOS
La noche trae una sensación de intimidad a quien se atreve a buscarla. Esa fue la sensación que tuve cuando visité el High Line Park por segunda vez. Una percepción más íntima y bastante diferente a la primera vez que caminé allí. La luz y la oscuridad brindan emociones contrastadas sin importar que los espacios en los que las vivimos sean los mismos.
Anfiteatro de noche, 10th Avenue Square y Overlook en 17th St – High Line Park
La primera vez que visité este parque lineal, comencé mi caminata en el Bajo Manhattan en el Meatpacking District. Ese día, yo estaba disfrutando de una hermosa tarde de verano. El lugar estaba lleno de gente caminando en ambas direcciones. En ese momento, me sentí en la escena idílica vendida en el típico anuncio sobre la ciudad de Nueva York. Una escena en la que cualquier persona puede disfrutar de la bonanza de Nueva York sin importar de dónde viene o quién es.
Anfiteatro de día, 10th Avenue Square y Overlook en 17th St – High Line Park
En mi camino, me crucé con lugareños acostados en bancos disfrutando de una tarde de domingo y grupos de turistas tomando fotos de los edificios de renombre. A medida que avanzaba encontré hermosos rincones del paisaje de Manhattan, que sólo se pueden percibir desde las pasarelas elevadas de las antiguas vías del tren.
LUEGO DEL OLVIDO
Actualmente, este parque lineal se ha convertido en uno de los miradores más interesantes de Nueva York. Este cambio ha sido notable, ya que este espacio estuvo abandonado desde los años 80 hasta principios de los 2000. Este es el ejemplo perfecto de cómo los lugares olvidados pueden aportar vitalidad a la vida urbana de las ciudades de nuevo.
Arte urbano de Manhattan visto desde el High Line Park – Noche
El High Line Park se extiende paralelo al río Hudson desde el Meatpacking District hasta el Vessel en Hudson Yards. Esto se traduce en más de 2 kilómetros de parque lineal bordeando el distrito de Manhattan. Esa extensión combinada con una vista elevada de la ciudad, son la mezcla perfecta para una intervención urbana exitosa y un lugar ideal para disfrutar de la ciudad desde una plataforma elevada a un poco más de 9 metros de altura.
Mientras caminaba, pude ver y escuchar el río desde la distancia, admirar increíbles perspectivas de amplias calles en Manhattan, apreciar edificios icónicos como la única construcción realizada en Nueva York por la reconocida arquitecta Zaha Hadid ubicada en 520 W 28th Street y también, tener una excelente vista del arte callejero emblemático de Nueva York.
High Line Park durante la noche – Manhattan
Esta plataforma elevada se puede describir como un museo a cielo abierto. Este museo presenta una exhibición de piezas urbanas icónicas, que incluyen algunos elementos originales de las vías del tren, mientras caminas a través de diversas especies de plantas que se armonizan con el paisajismo.
CAMBIO DE PERSPECTIVA
Una semana después de mi primer paseo, decidí ver el High Line Park durante la noche. Ya que en ese momento estaba trabajando como pasante en el estudio que hizo el diseño de iluminación de este lugar, L’Observatoire, quería vivir la experiencia de estar en un espacio público que había sido diseñado a propósito, para brindar a los usuarios una experiencia urbana nocturna.
High Line Park durante la noche – Manhattan
Antes de mi visita, había visto algunos dibujos y leído sobre el concepto del proyecto. En ese texto, los diseñadores explican cómo el diseño de iluminación en este proyecto se había centrado en el plano inferior. Esto significa que las luminarias se ubican a la altura de las caderas de una persona promedio hasta el piso. Así puedes encontrar luz integrada en bancos, pasamanos y entre algunos arbustos a lo largo del camino.
Mi experiencia cuando caminaba por la pasarela durante la noche, fue que en gran parte del camino, los rostros de las personas se desvanecían entre las sombras. En general, la iluminación estaba dirigida al suelo dando al parque un ambiente cálido y suave. Esto me trajo una sensación de intimidad opuesta a la que sentí durante el día. Esa primera noche, a pesar de que el lugar estaba lleno, tuve una sensación de anonimato al saber que mi rostro tampoco podía ser notado.
High Line Park durante la noche – Manhattan
Mientras continuaba explorando el High Line, seguí experimentando lugares donde los rostros de las personas se desvanecían y otros lugares donde sus rostros aparecían nuevamente, esta vez teñidos por el color de la luz proveniente de las fachadas circundantes. Esa fue una forma interesante de interactuar con extraños. Estaba inmersa en un corredor donde sus rostros desaparecían y aparecían a medida que caminaba.
“VER Y SER VISTA”
“Ver y ser vista” es el segundo de los “Principios del Trabajo de las Ciudades” desarrollado por la Ciudad de Montreal. Este es un principio que experimenté vívidamente en el High Line Park. Mientras caminaba por la pasarela, sentí una especie de anonimato que me hizo sentir extrañamente cómoda, mientras caminaba sola durante la noche. Aunque mi anonimato también significaba el anonimato de otras personas, de igual forma me sentí segura en ese lugar.
High Line Park durante la noche – Manhattan
Si bien, en general, poder identificar las caras de las personas me da una sensación de seguridad, especialmente en los espacios públicos, en el High Line Park la luz reflejada de las fachadas y del interior de algunos edificios fue suficiente para que me sintiera cómoda mientras caminaba por el sendero. La transición entre las secciones más iluminadas y más oscuras del parque lineal era lo bastante suave para que mis ojos se ajustaran sin problemas entre ellas.
Para mí, la percepción de seguridad estaba conectada con la presencia de otras personas en este espacio. Como mencionó Jane Jacobs sobre la vigilancia urbana con su concepto de “ojos en las calles”, la percepción de seguridad se basa en cómo podemos confiar en las demás personas y cómo percibimos un espacio. Esta idea de poder obtener ayuda de otras personas en caso de que me sienta incómoda o amenazada siempre fortalece mi percepción de seguridad, sin importar dónde me encuentre.
High Line Park durante la noche – Manhattan
Después de muchos años, tomé conciencia de todos esos pensamientos y pasos que doy antes de disfrutar de los espacios públicos durante la noche. Estos son mecanismos de defensa personal que he aprendido y desarrollado con el paso del tiempo y sé que muchas niñas y mujeres también lo hacen. Al final, si bien la configuración física de los espacios urbanos contribuye a tener ambientes más amigables para las mujeres, los principales desafíos siguen siendo los socioculturales.
MUJERES Y LA NOCHE
Después de reflexionar un poco sobre mi experiencia explorando ciudades durante la noche, la gran diferencia que encuentro caminando de noche en la ciudad en la que vivo actualmente, Bogotá, y otras ciudades en el extranjero como Nueva York, es que en estas últimas hay más mujeres caminando y habitando la noche. Definitivamente, me reconforta la presencia de otras mujeres en los espacios públicos.
…me reconforta la presencia de otras mujeres en los espacios públicos….No importa si conozco o no a esas mujeres, el simple hecho de su presencia me hace sentir más segura.
No importa si conozco o no a esas mujeres, el simple hecho de su presencia me hace sentir más segura. Es por esta situación que me he sentido más a gusto en ciudades extranjeras durante la noche, que en mi propia ciudad. Espero algún día poder tener esa misma sensación de libertad en la ciudad que habito a diario.
Viajera nocturna
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