SANTA MARTA: NOCHES REFLEJADAS

EL MAR

El mar ha sido para mí ese lugar mágico donde encontrar la calma. Es extraño sentir una conexión tan profunda con este elemento, cuando la mayor parte de mi vida he vivido en el interior de Colombia, rodeada de altas montañas y paisajes verdes. Muy lejos del sonido del mar, de su olor y de sus colores. 

Tal vez esa situación, me ha llevado a elegir ciudades costeras o rodeadas por grandes cuerpos de agua, cuando he tenido la oportunidad de vivir fuera de Colombia. Creo que es esa necesidad por estar cerca del agua y por recorrerla, lo que me ha impulsado a moverme entre ciudades, cada vez que he tenido la oportunidad de hacerlo. De ahí que mi último viaje a Santa Marta surgió por un impulso, una necesidad interior de volver a escuchar el mar.

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Costa de Santa Marta durante el atardecer

La primera vez que visité Santa Marta fue en carro. Fue toda una travesía y uno de esos viajes típicos que hacen las familias de clase media del interior de Colombia. El infaltable viaje a la costa. Recuerdo que era la primera vez que hacíamos un viaje largo con mis abuelos. A pesar de habernos varado dos veces en el camino y de todos los percances en los planes, es de los recuerdos más lindos que tengo de mi niñez.

SANTA MARTA

Entre ese primer viaje y mi última visita a Santa Marta, mi percepción de los viajes ha cambiado bastante. Recuerdo esa niña que buscaba refugio en sus padres y abuelos, para no perderse entre la multitud de un lugar completamente desconocido. Ahora es una mujer que busca excusas para caminar por las calles sin rumbo fijo, sólo siguiendo las fachadas coloridas y pequeños cafés que llaman su atención. Siempre buscando escapar de la rutina, para descubrir un nuevo rumbo.

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Carrera 3, Calle de sombrillas en Santa Marta – Noche

En los últimos viajes he tomado la costumbre de leer sobre los lugares que visito y comprar libros en librerías locales de esas ciudades. Siento que los relatos de esas otras personas le dan una mayor profundidad a mi experiencia durante los viajes. Esta búsqueda me llevó al libro “El Desafío de las Luciérnagas”.

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Fachada de la librería Grupo Andes durante la noche – Santa Marta

En este libro su autora, Polidora Gómez, narra que “el escape es el mar…”. Esta frase resonó de manera profunda en la conexión que tengo con esos recuerdos de perder la noción del tiempo mientras escucho el sonido fresco y profundo del mar. Mientras veo cómo ese horizonte entre el mar y el cielo se vuelve el infinito. Mientras escucho conversaciones de lugareños durante las caminatas por el malecón de Santa Marta. Mientras los colores rojizos se apoderan del paisaje de esta ciudad al atardecer.

LA NOCHE EN EL MALECÓN

Una nueva parte de Santa Marta despierta al caer el atardecer. Aunque la mayoría de personas van a la costa a aprovechar las horas de sol y los momentos más calurosos del día, yo encuentro reconfortante la brisa fresca del mar, ese aire que recuerda que ya llega la noche. Un momento menos caluroso, pero aún con el calor suficiente para disfrutar de una caminata tranquila y pausada por sus calles. 

Este momento del día, trae a mi memoria la imagen del Malecón. Durante los últimos rayos del sol, el cielo viste de cálidos colores contrastados con el intenso azul del mar. Cuando cae la noche, el azul profundo del cielo se mezcla con la oscuridad del mar y no quedan más que los reflejos del agua, para ayudarnos a distinguir el límite que hay entre el mar y el cielo.

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Parque “Camellón Rodrigo de Bastidas” durante la noche – Santa Marta

La noche en el malecón es una mezcla entre el sonido del mar y las conversaciones de locales. Entre la música que va y viene en tandas desde algunos kioscos y desde la chiva, que no puede faltar con sus luces de discoteca, para ambientar de color y melodía la vía paralela al mar.

“SIEMBRA DE HISTORIAS”

Este es el nombre que Polidora Gómez le da a una de las secciones de su libro de poesía “Desafío de las Luciérnagas”. Leyendo las palabras de Polidora encuentro capas profundas de experiencias, que me llevan a relatos sentidos de una tierra que ha visto desde la felicidad más embriagante, hasta el dolor más desgarrador. Este nombre, “siembra de historias” me hace pensar en aquellas historias que se plantan durante el día y sólo florecen en la noche.

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Calles de Santa Marta durante la noche – Centro de Santa Marta

Creo que la noche muchas veces nos acoge en su sombra, para darnos el permiso de hacer lo que no nos atrevemos durante el día. Y es por esto, que en muchas ciudades la noche es de extremos. Desde espacios que irradian sonidos y luces de fiesta, hasta lugares completamente deshabitados. En muchas ciudades, parece que la noche no tiene esos escenarios intermedios que posee el día. Los momentos de calma, contemplación y recreación pocas veces se viven durante la noche.

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Calles de Santa Marta durante la noche – Centro de Santa Marta

En Santa Marta caminé por calles vivaces llenas de luces de colores y gente, para encontrar a unas pocas cuadras, calles desoladas en las que se confunden las sombras de arbustos, con las de personas que encuentran en las calles la única forma de tener un lugar en el cual dormir. Aunque Santa Marta presenta estos extremos, también ha tenido la habilidad de crear los escenarios intermedios. 

“¿QUÉ TIENE LA NOCHE?”

Carlos Vives es uno de los cantantes más reconocidos en Colombia y tiene una canción que se llama “¿Qué tiene la noche?”. Esta canción despierta en mí, una mezcla de sentimientos entre la conexión con el ambiente cálido de la costa, a través del sonoro sentir de su melodía y la magia que tiene Bogotá, esta ciudad en la que ahora vivo, que ha pesar de su caos y meses lluviosos, encuentra maneras de inspirarme.

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Calles de Santa Marta durante la noche – Centro de Santa Marta

A diferencia de Bogotá, en Santa Marta encuentro esos escenarios intermedios durante la noche, que no he podido vivir en Bogotá. No estoy segura si esto se debe al clima, la cultura de la gente, la escala de la ciudad o la mezcla de todos estos factores. En Santa Marta, me sorprendió encontrar espacios urbanos como el malecón, con tanta vitalidad urbana durante la noche.

Una vitalidad que no tiene que ver con la fiesta ni el bullicio. El malecón de Santa Marta tiene espacios para caminar tranquilamente al borde del mar y para contemplar la noche desde las bancas que se extienden a lo largo del parque lineal. También, cuenta con espacios de juegos para niñas, niños y personas adultas, donde las familias locales disfrutan durante la noche. A este escenario se añaden algunos comercios locales que dinamizan la noche urbana.

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Parque “Camellón Rodrigo de Bastidas” durante la noche – Santa Marta

Además, cuenta con actividades como el festival de cine al mar, en el que el espacio público se convierte en el escenario para proyectar películas y realizar conversatorios. Estas propuestas, no sólo permiten tener una noche diversa, sino que prolongan el uso del espacio público y así el acceso de su población a nuevas formas de recreación.

VIVIR LA NOCHE

Luego de haber pasado varias noches en Santa Marta, encontré en esta ciudad un lugar en el que me sentí libre de disfrutar la noche. Me sentí acogida por una noche mucho más amable de la que estoy acostumbrada en Bogotá. Aunque Santa Marta sigue teniendo zonas contrastadas entre bullicio y soledad, esta ciudad le ha apostado a escenarios intermedios para la vida urbana durante la noche.

Aunque Santa Marta sigue teniendo zonas contrastadas entre bullicio y soledad, esta ciudad le ha apostado a escenarios intermedios para la vida urbana durante la noche.

Caminar por el malecón entre personas de diferentes edades, que habitan el espacio público de manera recreativa, me hizo sentir segura. Volví a caminar tranquila, dándome tiempo para escuchar el mar y sentir la brisa refrescante de la noche. Experimenté una sensación de libertad y seguridad al estar rodeada de personas, que aunque fueran extrañas, me acompañaron en mi viaje.

Al final me sentí más bienvenidao por las noches en Santa Marta de lo que jamás me he sentido por las noches en Bogotá, después de más de una década de vivir allí. Entonces, ¿qué tiene la noche de Santa Marta que no tenga la de Bogotá?

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NUEVA YORK: “HIGH LINE PARK”

CAMBIANDO EL PROPÓSITO DE LOS ESPACIOS

La noche trae una sensación de intimidad a quien se atreve a buscarla. Esa fue la sensación que tuve cuando visité el High Line Park por segunda vez. Una percepción más íntima y bastante diferente a la primera vez que caminé allí. La luz y la oscuridad brindan emociones contrastadas sin importar que los espacios en los que las vivimos sean los mismos.

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Anfiteatro de noche, 10th Avenue Square y Overlook en 17th St – High Line Park

La primera vez que visité este parque lineal, comencé mi caminata en el Bajo Manhattan en el Meatpacking District. Ese día, yo estaba disfrutando de una hermosa tarde de verano. El lugar estaba lleno de gente caminando en ambas direcciones. En ese momento, me sentí en la escena idílica vendida en el típico anuncio sobre la ciudad de Nueva York. Una escena en la que cualquier persona puede disfrutar de la bonanza de Nueva York sin importar de dónde viene o quién es.

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Anfiteatro de día, 10th Avenue Square y Overlook en 17th St – High Line Park

En mi camino, me crucé con lugareños acostados en bancos disfrutando de una tarde de domingo y grupos de turistas tomando fotos de los edificios de renombre. A medida que avanzaba encontré hermosos rincones del paisaje de Manhattan, que sólo se pueden percibir desde las pasarelas elevadas de las antiguas vías del tren.

LUEGO DEL OLVIDO

Actualmente, este parque lineal se ha convertido en uno de los miradores más interesantes de Nueva York. Este cambio ha sido notable, ya que este espacio estuvo abandonado desde los años 80 hasta principios de los 2000. Este es el ejemplo perfecto de cómo los lugares olvidados pueden aportar vitalidad a la vida urbana de las ciudades de nuevo.

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Arte urbano de Manhattan visto desde el High Line Park – Noche

El High Line Park se extiende paralelo al río Hudson desde el Meatpacking District hasta el Vessel en Hudson Yards. Esto se traduce en más de 2 kilómetros de parque lineal bordeando el distrito de Manhattan. Esa extensión combinada con una vista elevada de la ciudad, son la mezcla perfecta para una intervención urbana exitosa y un lugar ideal para disfrutar de la ciudad desde una plataforma elevada a un poco más de 9 metros de altura.

Mientras caminaba, pude ver y escuchar el río desde la distancia, admirar increíbles perspectivas de amplias calles en Manhattan, apreciar edificios icónicos como la única construcción realizada en Nueva York por la reconocida arquitecta Zaha Hadid ubicada en 520 W 28th Street y también, tener una excelente vista del arte callejero emblemático de Nueva York.

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High Line Park durante la noche – Manhattan

Esta plataforma elevada se puede describir como un museo a cielo abierto. Este museo presenta una exhibición de piezas urbanas icónicas, que incluyen algunos elementos originales de las vías del tren, mientras caminas a través de diversas especies de plantas que se armonizan con el paisajismo.

CAMBIO DE PERSPECTIVA

Una semana después de mi primer paseo, decidí ver el High Line Park durante la noche. Ya que en ese momento estaba trabajando como pasante en el estudio que hizo el diseño de iluminación de este lugar, L’Observatoire, quería vivir la experiencia de estar en un espacio público que había sido diseñado a propósito, para brindar a los usuarios una experiencia urbana nocturna.

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High Line Park durante la noche – Manhattan

Antes de mi visita, había visto algunos dibujos y leído sobre el concepto del proyecto. En ese texto, los diseñadores explican cómo el diseño de iluminación en este proyecto se había centrado en el plano inferior. Esto significa que las luminarias se ubican a la altura de las caderas de una persona promedio hasta el piso. Así puedes encontrar luz integrada en bancos, pasamanos y entre algunos arbustos a lo largo del camino.

Mi experiencia cuando caminaba por la pasarela durante la noche, fue que en gran parte del camino, los rostros de las personas se desvanecían entre las sombras. En general, la iluminación estaba dirigida al suelo dando al parque un ambiente cálido y suave. Esto me trajo una sensación de intimidad opuesta a la que sentí durante el día. Esa primera noche, a pesar de que el lugar estaba lleno, tuve una sensación de anonimato al saber que mi rostro tampoco podía ser notado.

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High Line Park durante la noche – Manhattan

Mientras continuaba explorando el High Line, seguí experimentando lugares donde los rostros de las personas se desvanecían y otros lugares donde sus rostros aparecían nuevamente, esta vez teñidos por el color de la luz proveniente de las fachadas circundantes. Esa fue una forma interesante de interactuar con extraños. Estaba inmersa en un corredor donde sus rostros desaparecían y aparecían a medida que caminaba.

“VER Y SER VISTA”

“Ver y ser vista” es el segundo de los “Principios del Trabajo de las Ciudades” desarrollado por la Ciudad de Montreal. Este es un principio que experimenté vívidamente en el High Line Park. Mientras caminaba por la pasarela, sentí una especie de anonimato que me hizo sentir extrañamente cómoda, mientras caminaba sola durante la noche. Aunque mi anonimato también significaba el anonimato de otras personas, de igual forma me sentí segura en ese lugar.

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High Line Park durante la noche – Manhattan

Si bien, en general, poder identificar las caras de las personas me da una sensación de seguridad, especialmente en los espacios públicos, en el High Line Park la luz reflejada de las fachadas y del interior de algunos edificios fue suficiente para que me sintiera cómoda mientras caminaba por el sendero. La transición entre las secciones más iluminadas y más oscuras del parque lineal era lo bastante suave para que mis ojos se ajustaran sin problemas entre ellas.

Para mí, la percepción de seguridad estaba conectada con la presencia de otras personas en este espacio. Como mencionó Jane Jacobs sobre la vigilancia urbana con su concepto de “ojos en las calles”, la percepción de seguridad se basa en cómo podemos confiar en las demás personas y cómo percibimos un espacio. Esta idea de poder obtener ayuda de otras personas en caso de que me sienta incómoda o amenazada siempre fortalece mi percepción de seguridad, sin importar dónde me encuentre.

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High Line Park durante la noche – Manhattan

Después de muchos años, tomé conciencia de todos esos pensamientos y pasos que doy antes de disfrutar de los espacios públicos durante la noche. Estos son mecanismos de defensa personal que he aprendido y desarrollado con el paso del tiempo y sé que muchas niñas y mujeres también lo hacen. Al final, si bien la configuración física de los espacios urbanos contribuye a tener ambientes más amigables para las mujeres, los principales desafíos siguen siendo los socioculturales.

MUJERES Y LA NOCHE

Después de reflexionar un poco sobre mi experiencia explorando ciudades durante la noche, la gran diferencia que encuentro caminando de noche en la ciudad en la que vivo actualmente, Bogotá, y otras ciudades en el extranjero como Nueva York, es que en estas últimas hay más mujeres caminando y habitando la noche. Definitivamente, me reconforta la presencia de otras mujeres en los espacios públicos.

…me reconforta la presencia de otras mujeres en los espacios públicos….No importa si conozco o no a esas mujeres, el simple hecho de su presencia me hace sentir más segura.

No importa si conozco o no a esas mujeres, el simple hecho de su presencia me hace sentir más segura. Es por esta situación que me he sentido más a gusto en ciudades extranjeras durante la noche, que en mi propia ciudad. Espero algún día poder tener esa misma sensación de libertad en la ciudad que habito a diario.

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NUEVA YORK: “THE GIRL PUZZLE”

CONECTANDO LAS PIEZAS

Nueva York en sí misma es un rompecabezas. Esta ciudad formada por islas y una porción de tierra firme -en el Bronx- está conectada por diversos medios de transporte que unen sus piezas. Estos incluyen el sistema de metro, calles y túneles vehiculares -por los que transitan autobuses, taxis y automóviles-, sistemas de transbordadores e incluso un teleférico. Siendo este último el que más quería conocer.

Mi idea de ir a Roosevelt Island era tomar el teleférico y tener la oportunidad de ver un lado diferente de Manhattan. Quería ver todas las piezas de Nueva York desde una perspectiva diferente. En fin, deseaba experimentar la ciudad de todas las formas posibles. Y esa fue la sensación que tuve cuando estuve dentro del vagón del tranvía.

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Roosevelt Island durante el verano

A pesar de que había demasiada gente en un espacio tan pequeño, tuve una vista increíble de la ciudad. En los 360 grados de ese pequeño vagón se desplegaba Nueva York en todo su esplendor. Como arquitecta, me encantan las fotografías aéreas de las ciudades y mejor aún cuando descubro oportunidades como esta de ver la ciudad como una maqueta a escala real.

Tan pronto como cruzamos el río, para mi sorpresa, Roosevelt Island nos recibió con un ambiente tranquilo y silencioso contrastado con el ruidoso Manhattan del que acababa de salir hace unos minutos. Aquí, pasé mi tiempo caminando por la isla sin una ruta trazada. Desde la tarde hasta el atardecer, solo admiré el paseo marítimo de Manhattan. Después de un tiempo, cuando se acercaba la noche, llegué al extremo norte de la isla. Allí, en la esquina más alejada estaba el Faro.

SERES INCOMPLETOS

Cuando entré en el Lighthouse Park en Roosevelt Island, vi a lo lejos rostros gigantes y brillantes. En medio de la noche, estas piezas relucientes se destacaban como estrellas en un cielo nocturno despejado. Ese lugar era el monumento “The Girl Puzzle” en honor a Nellie Bly. Cuando me acerqué a las esculturas, quedé hipnotizada por la escala de los rostros y todos los reflejos a mi alrededor. Entre estos rostros gigantes pude ver partes de mí misma en las superficies brillantes. Yo hacía parte de la exposición.

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Faro y el monumento “The Girl Puzzle” en honor a Nellie Bly – Roosevelt Island

Caminé un rato viéndome a mí y a otras personas reflejadas en la superficie de esculturas urbanas. En algún momento, me sentí muy vanidosa por admirar mis múltiples reflejos. En ese momento, recordé cuando era niña y me decían que no me mirara mucho en el espejo. No estaba bien ser una niña vanidosa.

Después de algunos años, aprendí que ver mi reflejo en el espejo no siempre era vanidad. Mirarme en el espejo se convirtió en un ejercicio para recordarme lo lejos que había llegado, lo mucho que había cambiado. Verme a mí misma a través de mis propios ojos y tener pensamientos positivos sobre mí me ha ayudado a abrazar todas las partes de mi ser, incluidas las imperfectas.

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Monumento “The Girl Puzzle” en honor a Nellie Bly – Roosevelt Island

Cuando estaba viendo estas esculturas urbanas, me di cuenta que estas eran una invitación a ver todas las piezas de nosotras mismas y abrazarlas una por una. Mientras caminas dentro del parque, todas las esferas reflectantes te muestran una parte de ti misma y estas imágenes cambian a medida que te mueves a través de las esculturas. Este lugar se transforma con cada persona. Al final, mientras lo exploras tus reflejos se vuelven parte del rompecabezas.

REFLEJOS EN OTRAS

El “Girl Puzzle Monument” se compone de cinco caras. Una de ellas, fundida en bronce plateado, honra a Nellie Bly. Bly fue una periodista estadounidense que defendió las causas e injusticias de otras mujeres. Los otros cuatro rostros representan a una niña pequeña, una mujer afroamericana, una mujer mayor y miembro de la comunidad LGBTQ y una mujer asiática. Estas últimas esculturas están fundidas en bronce y nos muestran personas históricamente invisibilizadas

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Escultura de Nellie Bly – Roosevelt Island

Creo que este lugar nos hace recordar que cada una de nosotras tiene una voz única y cada una de estas voces merece ser escuchada. De esta forma, Nellie Bly dio voz a muchas personas quienes no tenían posibilidad de ser escuchadas y esa fue la raíz de su increíble impacto y legado. Al final, estas esculturas urbanas se asemejan a la forma en que estamos conectadas con las personas que nos rodean, aunque no siempre seamos conscientes de ello.

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Escultura de una mujer afroamericana – Monumento “The Girl Puzzle” en honor a Nellie Bly

Vemos parte de nosotras mismas en las demás, y también proyectamos parte de nuestra esencia en las demás. Así como nos lo muestran los materiales de estas esculturas, estamos siempre en un fluido intercambio de reflejos. Algunos de estos son físicos, que por lo general para el caso de las mujeres la sociedad los ha reducido a la belleza. Pero también percibimos los reflejos inmateriales como la sabiduría y el cariño, actos que se reflejan en nuestras acciones. Al final, todas estas reflexiones forman parte de nuestro propio rompecabezas.

HISTORIAS CONECTADAS

Creo que los lugares urbanos están tejidos por innumerables historias y en este caso por innumerables reflejos. Así, en cada lugar que habitamos dejamos piezas de nosotras mismas. En este intercambio, perdemos algunas piezas, pero ganamos otras. Nos destruimos y reconstruimos. Como describen esta exhibición, las esculturas son “…secciones parciales que parecen piezas gigantes de un rompecabezas, muestran la profundidad de la emoción y la complejidad de ser rotas y reparadas”.*

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Monumento “The Girl Puzzle” en honor a Nellie Bly – Roosevelt Island

Encuentro belleza en las personas que se han roto y que han tenido el coraje de juntar sus pedazos y reconstruirse más fuertes. Porque es en nuestros momentos más oscuros cuando realmente vemos lo resilientes que somos. Como en la vida, veo en los momentos más oscuros de las ciudades una oportunidad para abrazar su verdadera yo. Cada noche es una ocasión para ver la esencia de una ciudad y simplemente amarla por lo que realmente es.

Como en la vida, veo en los momentos más oscuros de las ciudades una oportunidad para abrazar su verdadera yo. Cada noche es una ocasión para ver la esencia de una ciudad y simplemente amarla por lo que realmente es.

Al final, como nos muestran estas esculturas, no necesitamos ser perfectas para estar completas. Y esa es la belleza de la vida, estamos continuamente buscando nuevas piezas para agregar a nuestro rompecabezas.

Viajera nocturna

*Nota: Traducción de la autora

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NUEVA YORK: “LABERINTO EXPLORATORIO”

JOYAS URBANAS OCULTAS

Una de las cosas que me encantan de Nueva York es que esta ciudad siempre tiene una joya escondida para sorprenderte. Entre todos los tipos de lugares y según tu estado de ánimo, puedes encontrar innumerables espacios nocturnos para disfrutar de la vida urbana. Desde amplias áreas de césped para relajarte o hacer un picnic, hasta espacios interactivos que te hacen sentir como si estuvieras en museos urbanos a cielo abierto. El diseño urbano neoyorquino nunca decepciona. Un ejemplo de espacios interactivos es el laberinto exploratorio en Brooklyn Bridge Park Pier 3.

Este laberinto exploratorio lo encontré por accidente. Esto sucedió al final de una tarde de verano durante mi último día en Nueva York. Ese día, decidí dar un largo y liberador paseo por el puente de Brooklyn cruzando de Manhattan a Brooklyn. Mientras caminaba por un puente rodeado de turistas que intentaban capturar las mejores fotografías y lugareños corriendo en ambos sentidos, tuve sentimientos encontrados. Sentí alivio después de terminar un mes de jornadas laborales imparables en Chinatown y nostalgia por irme de una ciudad tan apasionante.

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Puente de Brooklyn durante el verano

Mientras cruzaba el East River, sentí el eco de mis pasos, ese era el mismo camino que recorrí durante mi primer día en la ciudad. Esta vez mi caminata fue un poco meditativa y una forma de darle un cierre a una ruta alternativa que había decidido probar en mi vida, solo para darme cuenta de que ese no era mi camino. Ese día sentí que finalmente volvía a mí misma, había recuperado el poder de mi tiempo. Iba a mi propio ritmo y haciendo tiempo para lo que más disfruto, deambular por ciudades extranjeras durante la noche.

EXPLORANDO LA NOCHE

Al final de mi paseo estaba Dumbo tan lleno como siempre, así que decidí ir rumbo a Brooklyn Heights cruzando entre barrios para ver el atardecer desde un lugar tranquilo. Había tomado esta ruta muchas veces durante el verano y tener la oportunidad de sentir un ambiente tranquilo de vecindario, después de un día entero de ajetreo en Chinatown siempre era refrescante. Cuando comenzaba a caer la tarde decidí hacer un alto en mi caminata para admirar el paisaje del bajo Manhattan desde el Pier 5. Entre las canchas de fútbol y la orilla del río hay una fila de bancas donde puedes pasar un rato tranquilo para disfrutar del sonido relajante del East River mientras los edificios en la distancia comienzan a iluminarse. Aquí me sentí hipnotizada por cómo la noche aparecía en la costanera mientras la suave brisa de verano refrescaba mi cuerpo.

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Entrada al Brooklyn Bridge Park Pier 3 – Pasarela sur

Cuando la noche tomó su habitual azul profundo decidí volver a Dumbo pero esta vez bordeando el río. Mientras deambulaba por la orilla del río me sentí atraída por una entrada enmarcada con columnas iluminadas que formaban arcos cuadrados en el Pier 3. Esas columnas guiaban lo que a lo lejos parecía un tranquilo parque natural. Así que entré al parque guiada por la luz vertical que bordeaba el parque. En algún lugar en medio de la pasarela se encontraban unas escaleras que conducían a una zona de césped con forma de cuenco. Subí sintiéndome un poco cautelosa ya que este lugar se veía más oscuro y solitario en comparación con las pasarelas que lo rodeaban.

Cuando entré en el área de césped con forma de cuenco, descubrí un espacio abierto protegido por arbustos que enmarcaban una vista asombrosa del paseo marítimo del bajo Manhattan. Mientras estaba en el césped me di cuenta de cómo la luz tenue permitía a los visitantes sentirse como espectadores en un teatro urbano y el paseo marítimo se convertía en el escenario. La oscuridad en este lugar me hizo sentir como si tuviera todo el lugar para mí. Luego, seguí caminando por el césped sintiendo la suave hierba bajo mis pies. Durante este corto trayecto no pude apartar la mirada de la vista nocturna de los edificios iluminados principalmente por la luz que venía del interior. En conjunto esas luces daban forma a la silueta nocturna.

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Vista del bajo Manhattan desde la zona de césped en forma de cuenco en el Pier 3

A medida que me acercaba al paseo marítimo, la luz se hacía más brillante. Bajé de nuevo a la pasarela. Allí encontré a un joven paseando en su bicicleta en círculos sobre la superficie pavimentada al mismo tiempo que una joven contemplaba el paisaje nocturno desde la zona de bancas. Mientras caminaba por la orilla del río volví a ver una hilera de columnas iluminadas guiando el camino, esta vez con el Puente de Brooklyn como telón de fondo.

¿CÓMO ENCONTRAR UN LABERINTO?

Continué bordeando el parque por la pasarela norte con la intención de salir del Pier 3 cuando vi un pequeño sendero que entraba al parque. Esta vez, los árboles alrededor del camino parecían más densos y la luz más tenue que en el área del césped. Aunque al principio sentí que el camino no era tan acogedor, había algo en el patrón de sombras proyectadas por las hojas de los árboles y una luz brillante al final del camino que despertó mi curiosidad. Entonces, de la misma manera que Alicia en el país de las maravillas siguió al conejo blanco, yo seguí los patrones de luz y sombra guiada por mi instinto.

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Laberinto exploratorio en el Brooklyn Bridge Park Pier 3

A medida que avanzaba en mi caminata comencé a ver zonas más luminosas donde aparecieron pequeños postes para amarrar barcos de color blanco agrupados en diferentes lugares. Estos elementos contrastaban con el denso follaje de los árboles alineados como telón de fondo. Mientras me acercaba, estos pequeños elementos blancos brillaban como si emergieran de las sombras. Para mi sorpresa, dentro de los senderos encontré más gente que en las pasarelas más anchas del parque, a pesar de que estas últimas áreas eran más anchas e iluminadas. Después de un tiempo explorando el laberinto y adaptando mis ojos a niveles de iluminación más bajos, percibí este lugar como un espacio urbano acogedor y protegido donde niños, padres y jóvenes caminaban y disfrutaban de cada rincón.

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Laberinto exploratorio en el Brooklyn Bridge Park Pier 3 “habitaciones al aire libre”

Mientras seguía el camino encontré lo que percibí como salas de estar urbanas y comedores urbanos. Esas áreas eran habitaciones pequeñas y abiertas divididas por arbustos y amuebladas con troncos de madera y mesas de comedor que transformaban un parque en un despliegue de habitaciones casi privadas para uso público de todas las personas. Incluso algunas habitaciones tenían esculturas de piedra que le daban carácter al lugar y otros espacios tenían una especie de cornetas que desafortunadamente no estaban activas en ese momento.

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Laberinto exploratorio en el Brooklyn Bridge Park Pier 3, “Caleidoscopio

Después de algunos caminos laberínticos entre las habitaciones, me encontré en medio de un área despejada viendo un juego de espejos ubicados uno frente al otro como los laberintos de espejos de los parques de diversiones. Después de un tiempo, mientras estaba leyendo sobre este lugar, descubrí que esta área se llama caleidoscopio. Caminé por este espacio tratando de ordenar mis pensamientos y preguntándome cómo terminé en ese lugar surrealista. En ese momento volví a sentirme como Alicia pero esta vez en lo que experimenté como la Noche de las Maravillas. ¿Quién había creado este escenario inmersivo que me hizo abrazar la noche urbana con la curiosidad de una niña?

Algunas semanas después de encontrar este lugar, cuando estaba buscando la historia de este parque, me di cuenta de que la mayoría de las fotos que se muestran en los sitios web, si no todas, fueron tomadas durante el día. Mientras revisaba esas fotos me di cuenta que había una pérdida en la mística del lugar que solo se puede apreciar durante la noche. Todas las capas de sombra que experimenté por la noche en el laberinto calaron más profundo en mi experiencia del lugar. Espero que más personas y especialmente más mujeres se atrevan a explorar el espacio público durante la noche y a abrazar toda la experiencia urbana.

En ese momento volví a sentirme como Alicia pero esta vez en lo que experimenté como la Noche de las Maravillas. ¿Quién había creado este escenario inmersivo que me hizo abrazar la noche urbana con la curiosidad de una niña?

AULAS A CIELO ABIERTO

Cuando encontré mi salida del laberinto me sentí transformada por la experiencia del espacio. Mi percepción de lo que es un lugar urbano se amplió. Esa noche me trajo más inspiración que muchos meses trabajando en mi computador y teniendo reuniones de trabajo. Después de haber visitado varios espacios urbanos en diferentes ciudades, encuentro que vivir la noche urbana es el aula más estimulante.

Ya que mi sentido de la orientación es bastante malo, espero seguir perdiéndome en ciudades extranjeras para encontrarme en lugares inspiradores como el laberinto exploratorio. ¿Te atreves a perderte en la noche urbana?

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NUEVA YORK: “FROM SEA TO SHINING SEA”

UNA CASA URBANA

Las instalaciones efímeras de luz tienen un poder magnético para transformar la forma en que percibimos el espacio y cómo interactuamos con él. En esencia, con este tipo de intervenciones, no se necesita una infraestructura invasiva para modificar la percepción espacial de los transeúntes. Las y los artistas usan elementos más sutiles como colores, reflejos, sombras y luces para jugar con nuestro sentido del espacio y despertar sentimientos encontrados mientras navegamos por su trabajo artístico.

Como menciona Uli Beutter Cohen en su libro Between the Lines: Stories from the Underground, “La forma en que vemos nuestro entorno marca la diferencia”*. En este caso, la propuesta artística se entrelaza con nuestras propias experiencias, con nuestra forma de habitar el espacio público. Para mí, las instalaciones urbanas son las expresiones artísticas más apasionantes, al ser un punto de encuentro entre un sinfín de historias y formas de habitar las noches urbanas. Apelan a un sentimiento más intuitivo que está más conectado con la forma en que interactuamos con nuestro entorno durante nuestra niñez.

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Instalación temporal “From Sea to Shining Sea” vista nocturna

La primera vez que visité la instalación From Sea to Shining Sea de Tom Fruin, vi a una niña dando vueltas dentro de la casita construida con plexiglás de colores y acero. La niña ni siquiera notó mi presencia cuando llegué. Ella estaba hipnotizada por cómo las piezas de plexiglás teñidas reflejaban un arco iris de colores sobre todo el lugar y sobre ella. En ese momento ella era la dueña de ese espacio. Después de un momento dejó de dar vueltas y comenzó a caminar por la casa con un sentido juguetón como lo hacen las niñas en los parques infantiles. Esa curiosidad se asemeja a la emoción que se genera cuando los lugares físicos y los emocionales se entremezclan.

Al final ese es el poder que tienen las intervenciones efímeras, la capacidad de rememorar a nuestra niña interior y permitirnos sumergirnos en una nueva percepción de los espacios físicos. Los colores, las sombras, los reflejos y la luz hacen un llamado a conectar con un espacio más profundo, con un lugar emocional. Esa percepción es lo que nos permite involucrarnos de una manera mas profunda con nuestro entorno.

SENTIRSE EN EL HOGAR

¿Es incluso posible sentirse como en casa en un espacio público? Mucha gente dice que la diferencia entre una casa y un hogar es que el hogar es un lugar emocional que involucra sentimientos y recuerdos, que compromete nuestro corazón. Siendo así, nuestro hogar puede viajar con nosotras a donde vayamos, no necesitamos estar en el mismo espacio físico para sentirnos como en casa y los espacios urbanos pueden convertirse en parte de ese concepto de hogar. Creo que así como la gente dice que “se hace camino al andar”, un hogar se hace habitando los espacios, ya sean físicos o emocionales.

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Instalación temporal “From Sea to Shining Sea” vista diurna

Con eso en mente, cuando exploré la instalación From Sea to Shining Sea tuve la sensación de estar inmersa en el latido de un corazón. Durante el día, esta casa centra toda la energía al interior de sus paredes y cada pieza de plexiglás enmarca diversas vistas de la ciudad de Nueva York agregando un arcoíris de colores sobre el perfil urbano. En contraste, durante la noche, esta casa se expande físicamente a través de reflejos teñidos de color. En ese momento, la casa se permitía ser parte de algo más grande y los conceptos de adentro y afuera desdibujaron sus diferencias.

Es así como cuando cae la noche todos los muros de esta pequeña casa proyectan texturas coloridas alrededor del espacio público. En este momento no importa si estás dentro o fuera de la casa, en ambos lugares sientes cómo esta intervención te abraza y desafía tu percepción del espacio. Desde una vista cercana en el pier 17, esta intervención aporta un sentimiento juguetón al espacio público y desde una vista lejana, la casa se convierte en un faro que modifica el perfil urbano frente al mar.

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Instalación temporal “From Sea to Shining Sea” vista nocturna

TODO HOGAR TIENE UNA HISTORIA

Creo que lo extraordinario de los hogares es que un mismo espacio físico puede contar tantas historias como las personas que viven en él. Sumado a esto, estas historias se transforman con el paso del tiempo a medida que nuestra vida evoluciona. Los hogares crecen con nosotras y nuestro sentido de hogar cambia con el tiempo de la misma manera que From Sea to Shining Sea cambia durante los diferentes momentos del día. Es como si esta intervención evolucionara con nosotras a un ritmo más acelerado para recordarnos nuestra propia transformación.

Después de mi visita a este lugar, tenía curiosidad sobre el nombre de esta instalación y cómo este nombre se conectaba con los sentimientos que experimentaba al recorrer la instalación. Después de una breve búsqueda, descubrí que Johnny Cash hizo un álbum conceptual llamado igual que esta intervención. En este álbum él describió su hogar, refiriéndose a un lugar más grande que una casa, escribió sobre su tierra natal, los Estados Unidos. Además, la primera canción del disco lleva el mismo nombre y por coincidencia -o no- la letra de esta canción está llena de recuerdos, colores y lugares como los mismos hogares.

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Instalación temporal “From Sea to Shining Sea” vista nocturnal

De ese disco puedo deducir que un hogar puede ser y acumular muchos recuerdos y un hogar urbano tiene una carga emocional aún más grande. Llamamos hogar a casas físicas, recintos, ciudades, países -como el concepto de patria- e incluso lugares conceptuales. No estoy segura que Tom Fruin haya seleccionado el nombre de su instalación inspirado en este álbum, pero así como en los hogares, en el lugar imaginario de mi mente, todo esto está conectado.

"EL HOGAR ES DONDE EL CORAZÓN ESTÁ"

Cuando viajamos, incluso si hemos esperado emocionadas o planeado un viaje por mucho tiempo, durante el viaje llegamos a experimentar una sensación de nostalgia, especialmente si hemos estado en el extranjero durante mucho tiempo. Pero si somos lo suficientemente valientes como para dejarnos llevar por el momento y disfrutar del presente, podemos encontrar en ciudades extranjeras lugares que nos hagan sentir como en casa o que se conviertan en nuestro hogar.

A veces, cuando exploramos nuevas ciudades, tenemos la suerte de sentir que estamos en el lugar correcto y en algunos casos, este sentimiento se vuelve más fuerte cuando estamos en el extranjero, incluso si nuestra casa física está muy lejos. Este sentimiento está bien resumido en el dicho proverbial “el hogar es donde el corazón está”.

 

Hay algo acerca de caminar la ciudad en los zapatos de una mujer que se atreve a explorar sola la noche urbana, que me hace sentir que estoy desafiando mi propia cultura y las limitaciones con las que crecí.

Este es el sentimiento que experimento cuando exploro libremente la noche. Me siento más en mi hogar que cuando estoy dentro de mi propia casa. Hay algo acerca de caminar la ciudad en los zapatos de una mujer que se atreve a explorar sola la noche urbana, que me hace sentir que estoy desafiando mi propia cultura y las limitaciones con las que crecí. Esos pensamientos me hacen sentir que estoy en el lugar correcto. Y este es un sentimiento que estoy aprendiendo a abrazar sin remordimientos.

¡EXPLORA!

Si vives o estás de visita en Nueva York en este momento, no pierdas la oportunidad de visitar esta instalación urbana de luz. Para mí, esta es una visita obligada, especialmente si estás explorando Nueva York por la noche. Esta intervención comenzó en mayo y finaliza en septiembre de 2022. From Sea to Shining Sea está ubicada en la entrada del Pier 17. Si tienes la oportunidad de visitarla, cuéntanos, ¿te sentiste como en casa?

Viajera nocturna

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NUEVA YORK: MÁS ALLÁ DE LAS LUCES CEGADORES

EL COLOR DE LA NOCHE NO SÓLO LO DAN LAS VALLAS PUBLICITARIAS

Más allá de las famosas luces cegadoras y las calles concurridas de Times Square, Nueva York tiene una increíble variedad de lugares para explorar por la noche y, créalo o no, algunos espacios urbanos pueden ser realmente tranquilos y pacíficos.

Nueva York ofrece desde coloridas intervenciones efímeras, que aportan un sentimiento extra de inspiración, hasta parques locales donde principalmente residentes y algunos turistas perdidos, como yo, pasan su tiempo libre viendo increíbles atardeceres durante el verano y el perfil urbano de la ciudad reflejado en el agua desde rincones instagrameables con el sonido del río como banda sonora.

Instalación temporal “From Sea to Shining Sea”

La ciudad de Nueva York tiene una increíble variedad de ambientes naturales mezclados con los mejores servicios y bienes que una ciudad puede ofrecer y todo esto se puede encontrar a solo unas cuadras de distancia. En uno de mis paseos después de bajarme en una estación de metro al azar en Brooklyn, me encontré hipnotizada por luciérnagas escondidas en algunos rincones de Harbor View Land cerca del antiguo Pier 1. Esas hermosas luciérnagas me trajeron recuerdos de mi infancia cuando perdía el sentido del tiempo admirando los destellos de luz de estos pequeños y poderosos insectos en la casa de mis abuelos en el campo colombiano.

Después de muchas caminatas aleatorias e imprevistas, descubrí lo fácil que es perder el sentido del tiempo en Nueva York, especialmente durante el verano. Desde mi punto de vista, los entornos urbanos son los mejores lugares para involucrarse con la interminable oferta de actividades de la ciudad y perderse entre una lista de lugares atractivos para continuar explorando un parque más. Al disfrutar de Nueva York como una peatona durante la noche, te sientes cautivada, esquina tras esquina, por hermosos rincones llenos de colores, texturas, sombras y luces.

DESCUBRIENDO LA NOCHE NUEVA YORK

Debo admitir que la primera vez que visité Nueva York no conecté con esa sensación general de estar en la ciudad más emocionante del mundo. Pero el verano de 2022 fue diferente. Mi tiempo en la ciudad fue más largo que la primera vez y mi aprecio por Nueva York creció lenta pero constantemente.

En uno de los artículos de ARUP sobre la noche urbana, leí el concepto de “capas de experiencia”*, pero no fue hasta este viaje que pude entender el significado de este concepto. Para entenderlo hay que sentir vívidamente la experiencia urbana. Para mí, las “capas de experiencia” pueden resumir mi tiempo en Nueva York. Con cada paseo y recorrido nocturno por la ciudad, poco a poco me permití sumergirme en la esencia de la ciudad a través de todos mis sentidos. Me sentí conectada con ese sentimiento energético que te hace querer más, y Nueva York siempre da más.

Este verano de 2022 encontré en Nueva York un lugar que volvió a despertar mi curiosidad por la noche urbana. Después de un encierro realmente largo y casi insoportable, este fue mi primer viaje al extranjero. Mientras caminaba tratando de adentrarme en la verdadera esencia de Nueva York, redescubrí mi esencia, ese impulso interior que había sido minimizado por los largos períodos que me obligaban a estar bajo techo.

…recuerdo caminar a un ritmo más lento… el sonido del río se hizo más fuerte que las conversaciones de la gente y muchos edificios desaparecieron tranquilamente a medida que se oscurecía, solo para permitir que los lugares más emblemáticos brillaran.

Siempre he creído que descubrir una ciudad caminando es un viaje íntimo. El acto de caminar revela la esencia de la ciudad y da una mirada a cómo vive su ciudadanía y se conecta con el mundo que la rodea. Caminar por las ciudades de noche te brinda una sensación de intimidad más profunda ya que debes dejar de depender solo de tu vista para conectarte más con tus otros sentidos. No tengo recuerdos claros de las caras de las personas. En mi mente, la mayoría de los rostros son imágenes borrosas casi todos cubiertos por sombras, pero recuerdo caminar a un ritmo más lento durante la noche que durante el día, el sonido del río se hizo más fuerte que las conversaciones de la gente y muchos edificios desaparecieron tranquilamente a medida que se oscurecía, solo para permitir que los lugares más emblemáticos brillaran.

Como Dolly Parton se refiere al sentimiento que experimenta estando en el estrellato “… más que un lugar, era un sentimiento, era una fantasía, era un mundo que vivía dentro de mi propia cabeza y dentro de mi propio corazón”* esta es la sensación que despertó la noche urbana de Nueva York en mí. Cuando caminaba en espacios urbanos al anochecer, todo el entorno, incluidos los extraños, se convirtieron en parte de la historia que escribía en mi mente mientras caminaba.

UNA NOCHE SIEMPRE DIVERSA

Durante mis paseos nocturnos por la ciudad, exploré tres zonas de Nueva York: Manhattan, Brooklyn y Roosevelt Island, cada una con su propia identidad. En Manhattan encontré desde espacios coloridos como una instalación temporal llamada “From Sea to Shining Sea” entre los muelles 16 y 17 hasta largas pasarelas paralelas al río Hudson, sobre una antigua vía férrea transformada en el High Line Park. Manhattan es un distrito que siempre está lleno de turistas, pero un lugar que todavía tiene algunos espacios íntimos que ofrecer, especialmente durante la noche.

Luego, en Brooklyn, encontré muchos parques llenos de lugareños, lo que me dio una idea de la vida de vecindario lejos de las visitas turísticas habituales que se muestran en las redes sociales y los blogs de viajes. Aunque Brooklyn cuenta con muchas atracciones turísticas, aún se percibe un sentido de comunidad. Durante los fines de semana se puede encontrar familias haciendo picnics al final de la tarde y personas leyendo libros en bancos a lo largo del paseo marítimo del East River con el horizonte de Manhattan como telón de fondo durante las puestas de sol.

Laberinto exploratorio en Brooklyn Bridge Park Pier 3

Además, puedes encontrar espacios urbanos inusuales como el llamado laberinto exploratorio en Brooklyn Bridge Park Pier 3. Un lugar urbano que invita a descubrir pequeños espacios desde comedores urbanos hasta una “habitación” de espejos para jugar con tus amigos o solo entretenerte con tus reflejos. Brooklyn es un distrito al que definitivamente me encantaría volver.

Por último, pero no menos importante, explorar Roosevelt Island fue una experiencia muy alejada de lo que esperaba sentir en Nueva York. Comenzando por el Tranvía que te brinda una vista panorámica del Upper East Side de Manhattan hasta las tranquilas calles que rodean la Isla desde donde puedes tener unas vistas increíbles del paisaje de la ciudad cuando cae la noche.

Uno de los lugares que me cautivó fue “The Girl Puzzle Monument Honring Nellie Bly” que se encuentra al lado de Roosevelt Island Light House. Este es un lugar donde puedes desafiar tu sentido del espacio, probar una perspectiva diferente y jugar con los reflejos. Como una adulta joven que disfruta de la noche, descubrí que los espacios urbanos de Nueva York son mi patio de recreo favorito.

Como una adulta joven que disfruta de la noche, descubrí que los espacios urbanos de Nueva York son mi patio de recreo favorito.

REGRESAR

Al final, Nueva York ofrece una variedad de lugares que puedes explorar según tu estado de ánimo y espíritu de aventura. Es una ciudad que nunca duerme y tiene tanto que ofrecer de noche como de día o incluso más. Estoy segura que descubrí solo unos pocos lugares de todo lo que Nueva York tiene para ofrecer. Ciertamente, es una ciudad a la que quiero volver y poder quedarme más tiempo para caminar y permitirme perderme en la ciudad.

Espero que este blog encuentre personas con las que pueda compartir esta búsqueda continua por explorar lugares urbanos de noche y en algún momento tener una comunidad de Viajeras Nocturnas. Por ahora, comencemos compartiendo, ¿cuál es tu lugar nocturno favorito en Nueva York?

Viajera nocturna

*Nota: Traducción de la autora

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